¡¿Cómo
podría olvidarte tierra mía?!
Si
en tus calles empedradas de antaño colonial
yo
te entregué mi alma, mis risas y mis tristezas;
¡Cómo
podría olvidarte madre mía!,
si
en tu suelo yo crecí feliz,
contento, cual infante rebosante de ímpetu y alegría;
nunca
he de olvidarte patria mía,
jamás te arrancaré de mi corazón,
y
aunque me encuentre tan lejos...
tan
lejos de mi suelo y de mis padres,
siempre
guardaré el hermoso recuerdo
de
tu bello y glorioso nombre...
Nunca
perderé mi orgullo, el orgullo de haber nacido
en mi ciudad blanca de Arequipa.
Arequipa...
Ese es tu nombre,
nombre labrado
en el blanco inmaculado del noble sillar;
cantaste, lloraste y reíste,
pero coronada fuiste con laureles de gloria...
cantaste, lloraste y reíste,
pero coronada fuiste con laureles de gloria...
¡Cómo
podría olvidarte tierra mía!,
si
cada vez que te pronuncio
el
sentimiento embarga a mi alma,
entre
tristezas y melancolía,
siempre
he de extrañarte, siempre te recordaré;
agradecido
estaré por siempre
pues
me colmaste con el don excelso del poeta,
y
ataviaste mis ojos tristes
con
la más sublime e infinita inspiración;
en
vano no nací bajo los pies de un imponente volcán...
Autor
del escrito:
Dante
Moshue Díaz Linares
Escritor,
poeta y narrador de melancolías...
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